Me duelen las yemas de los dedos índice y corazón. Corazón que se mantiene solazado y con una actitud impasible que no soy capaz de comprender. El dolor radica de las cuerdas de un ukelele que hoy intenté tocar. Ya sonará mejor "Postcards from Italy", articulaba mi mano derecha (a modo de consuelo) para rehuir la desesperación.
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