25 de julio de 2010



He vuelto. Vuelvo con el paladar que amiga y con gusto grato y afable. Huele a dulce, con un sonido coloreado y aspecto ameno. Los explosivos por ahí se quedaron, pues, aunque no recuerdo haberlos lanzado; no subieron abordo al terrorífico avión de regreso. He vuelto, pero no me quedo. Boba me muestro, pero no me compadezco. Creo que, por mi parte, no hay ninguna objeción. 






Bueno, sí. Me encantó escucharlo y verlo. Y también los chillidos y burradas en francés, que aquellas fanáticas belgas se atrevían a articular. Buenas noches, Carmencita.

No hay comentarios:

Publicar un comentario