24 de octubre de 2011

Todas las mañanas, a esta justa hora, pasa por el barrio el señor del butano. Hoy, me ha picado la curiosidad y me he asomado para verle la cara al susodicho señor que, viandando, exibe su voz a modo de grito, diariamente. No he podido verle, pues resulta que es el apocalpisis y Madrid nos ha transportado al círculo polar ártico.

18 de octubre de 2011

Con furor y no diligencia, se colman los placeres capitalinos. Y en octubre el frío baña las noches y el sudor nos embadurna de día. Dicen que en Madrid, las palomas se vuelven grises. Aún así, sigo pensando, que son las sombras noctívigas, las que las han atrapado. Porque la ciudad tiene ojos y, en la oscuridad, se multiplican. Y me digo a mi misma: "escucha, pequeña isleña, que no hace falta estar en la ínsula para personificar tu propia condena. ¡Y escucha! anda siempre con cautela...