29 de enero de 2011

Me llamaba a diario, solo para saber como me encontraba. Y si tenía algún problema, me lo solucionaba. 

27 de enero de 2011

Para ser un hombre, tenía la piel extremadamente suave y no transpiraba. Y esto, resultaba tan insólito, que de lo misterioso emergía una expresión matemática en forma de límite: "Cuando el tiempo tendía a cero, el morbo lo hacía a infinito"

26 de enero de 2011


Adiós, invasor de mentes perturbadas. Aquí tienes a tus amigos, te regalo una bici, y un mapa de la ciudad : ) Para que divagues a cerca de tu locura mental. ¡Qué no se me olvide desearte suerte!

23 de enero de 2011


Quiero un poco de intimidad. La problemática radica en que he comenzado a llevarme bastante bien con mi compañero de piso. Estudia algo parecido a lo mío y en este mes de exámenes es a la única persona a la que veo. Por si fuera poco, en esta época estoy un poco irascible. La ansiedad del querer aprobarlo todo y demás. Siempre está en mi habitación, estudia conmigo, duerme la siesta en mi cama y comienzo a enervarme. Quiero intimidad, quiero intimidarme, quiero masturbarme cuando me plazca y desahogarme

9 de enero de 2011

¿Qué hay de lo analógico en este siglo en que todo nos da dolor de cabeza? Impaciencia, furor y diligencia que revisten y colman los placeres de antaño. Pues bien, he revelado mi tercer carrete con una cámara de estas analógicas y, como ya tengo un par, olvido lo que pude haber fotografiado. Siempre me pongo nerviosa cuando voy a buscar las fotos, soy un desastre y me suelen salir un número ridículo de estas. No obstante, esta vez me sorprendí a mi misma. Además, había fotos desde el viaje veraniego y, esto, de nuevo, me generó nostalgia. Parezco uno de estos escritores que exteriorizan sus obsesiones con lo creado y cualquier lector reconoce cada una de ellas. He aquí, algunos de los individuos que, hoy, me sumen en esta tristeza melancólica.


                                           Mi hermana Marta. (Amsterdam)

                                 Pablo, uno de mis númenes

                                 Dani, meneando lo revuelto.


                                           Amalia, a la que alguien encubre.