26 de septiembre de 2010

Yo no necesitaba una cama tan grande. La partiría a la mitad y guardaría el segundo cacho en la azotea. Desde esta se ve el mar. Prefería las vistas del otro piso. Creo que no necesitaba mudarme tan cerca de la playa. De un 11º piso, pasé a un 3º. El aire que corre no es igual y creo que su toque de salitre me hace perder el control y pasar del mayor apaciguamiento a la hiperactividad.

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